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Los Picaros, o como Hergé veía a Latinoamérica


Tintín es un joven reportero que viaja alrededor del mundo enfrentándose a villanos memorables. “Tintín y los Picaros” es la última aventura publicada de esta serie por el famoso escritor y caricaturista, Hergé. Cuando esta novela fue escrita (1976), el autor estaba cansado y ya no tan comprometido con su trabajo como en novelas anteriores. Sin embargo, este trabajo tiene muchas de las cualidades gráficas y literarias que hicieron a Tintín famoso.

Hergé tenía una manera a veces estereotipada de representar países o culturas. Cuando Tintín viaja al medio oriente, conoce a un Emir que es tan acaudalado como cruel. Cuando viaja a Chicago, se encuentra con un país donde sus ciudadanos son ya sea gánsteres, indios o policías. Para los sudamericanos, leer Tintín y los Picaros es como un déjà vu. Algunos de los personajes de la novela fueron basados en la revolución cubana de 1953 pero se asemejan a líderes de la actualidad.

En esta novela, el protagonista y sus dos compañeros, el Capitán Haddock y el profesor Tornasol, viajan al imaginario país sudamericano de San Theodoros. Allí, un antiguo amigo de Tintín, el General Alcázar, lidera una revolución contra el dictador General Tapioca con un grupo guerrillero llamado Los Picaros. El general Tapioca es un líder egocéntrico y autoritario que hasta ha cambiado el nombre de la capital a Tapiocapolis. La economía de San Theodoros depende completamente de un único recurso natural el cual se exporta a potencias extranjeras. La transnacional ficticia, “The International Banana Company” juega un rol predominante en las políticas del país. El General Tapioca siempre culpa a agentes externos por la situación económica y las protestas que existen contra su gobierno. Específicamente, él culpa a Tintín por conspirar con el General Alcázar para derrocarle. Adicionalmente, este dictador coarta constantemente los derechos primordiales de los ciudadanos de San Theodoros.

Al final de la novela, Tintín logra ayudar al General Alcázar más no a los pobres de San Theodoros. Para un héroe que fue capaz de derrotar a la mafia norteamericana y llegar a la luna quince años antes que Neil Armstrong, esto es un gran fracaso. Benoit Peeters, autor de una biografía de Hergé, afirma que es una manera del autor de humanizar a un héroe y al mismo tiempo mostrar su desencanto con el mundo moderno.

George Santayana dijo la famosa frase “Aquellos que no son capaces de recordar el pasado están condenados a repetirlo”. En este caso, podemos ver la historia de Latinoamérica sintetizada en un comic. Mientras los gánsteres ya son parte del pasado, Tintín y Los Picaros se erige como un recordatorio irónico de que Latinoamérica no ha evolucionado políticamente.

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